27 Jun 2018

Javier Pérez Salas, Consultor SAP.

Los usuarios sufren amargamente cuando SAP llega a sus vidas. Se encuentran con un sistema poco intuitivo, en el que el icono rojo de error salta demasiado a menudo, sin que los super users e incluso, los propios consultores SAP, sepan en algunos casos los motivos. Si los expertos se marean buceando por el sistema, que no le pasará al usuario recién aterrizado, que observa con impotencia cómo la jornada se le escapa intentando ultimar una transacción aparentemente sencilla. A esto se une la necesidad temporal y muy frecuente de alimentar dos sistemas de forma simultánea (la antigua herramienta y el nuevo SAP), lo que, como mínimo duplica los tiempos de trabajo. Y para rematar, la guinda del pastel, una formación insuficiente en la que no quedan claras las consecuencias de no realizar correctamente las tareas, algo más común de lo que nos gustaría.  Sin olvidar esos materiales de apoyo precarios y confusos que a veces están presentes en las implantaciones. Ya hemos completado una experiencia de usuario nefasta.

¡Enhorabuena! Con este pack de bienvenida a SAP tenemos la resistencia del usuario garantizada, al menos durante una buena temporada.

El éxito de una implantación SAP no solo depende de cumplir con los requerimientos técnicos. Hoy tenemos la confirmación de lo que ya sospechábamos hace tiempo. Sin la adhesión de esos usuarios que van a alimentar el sistema todo se ralentiza y pierde eficacia. Porque al final si los clientes (tanto los directos como los indirectos) no conocen los beneficios de un ERP tan robusto y sólido como SAP, si no se implican en un aprendizaje de por si duro, ni asimilan que el futuro, su futuro, pasa por incorporar esta gran herramienta a su vida profesional, el proyecto tiene mucho que perder. La dirección insistirá y presionará al staff para que incorpore las rutinas de SAP en tiempo y lugar, pero el personal  hará todo lo que pueda para postergar o eliminar esta tarea de su orden del día. Todo esto acabará afectando ineludiblemente a los costes de formación, a los ratios de productividad o al bienestar/malestar de las personas en su lugar de trabajo.

Caminamos hacia soluciones cada vez más eficientes. Y estas pasan por tener muy en cuenta al usuario y su experiencia en el uso y aprendizaje de SAP. No perdamos el foco, los jefes de proyecto y los consultores SAP no trabajamos para la máquina, trabajamos para las personas de una organización, para que estas tengan herramientas de calidad que les faciliten una visión amplia y una toma de decisiones ágil. Si nos olvidamos de esta premisa básica estaremos olvidando una parte esencial de nuestro trabajo. No puede haber una transformación digital sin una transformación cultural que la sustente.

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